Fiesta: 13 de mayo
La historia de esta devoción a María como “Virgen de la Sonrisa” o “Nuestra Señora de la Sonrisa”, comienza de la mano de santa Teresita del Niño Jesús. La historia cuenta que después de la muerte de su madre, santa Teresita siendo muy pequeña cae gravemente enferma. Su familia, muy devota de “Nuestra Señora de las Victorias” pide ayuda al cielo y celebra un novenario de misas en el santuario de esa advocación en París. A su vez, la familia tenía en su casa una imagen de “Nuestra Señora de las Victorias” en su casa, que al estar Teresita enferma la habían colocado en su habitación.
El 13 de mayo de 1883, en fiesta de Pentecostés, Teresa, gravemente enferma, vuelve su mirada hacia la imagen blanca de la Virgen que se encuentra al lado de su cama. Lo que sucedió en ese momento lo narra ella misma en el libro “Historia de un alma”: "De repente la Santísima Virgen me pareció bella, tan bella que nunca había visto cosa tan hermosa, su rostro respiraba una bondad y una ternura inefables, pero lo que llegó hasta el fondo de mi alma fue la arrebatadora sonrisa de la Santísima Virgen. En aquel momento todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lágrimas brotaron de mis párpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lágrimas de pura alegría... ¡La Santísima Virgen, pensé, me ha sonreído!"
En ese preciso instante Teresita se curó completamente.
Desde aquel día la imagen será conocida y recordada como la "Virgen de la Sonrisa" y muchos fieles y devotos de santa Teresita acudirán a ella para obtener de Dios la gracia de la alegría.