Génesis 4, 1-16
Caín y Abel eran hijos de Adán y Eva. Abel cuidaba ovejas y Caín trabajaba la tierra. Abel era muy bueno y a Dios le gustaba mucho todo lo que hacía.
Pero Caín no era tan bueno. Tenía muchos celos de su hermano Abel. Así que un día le invitó a ir al campo y allí lo mató.
Cuando Dios se enteró de esto, habló con Caín para decirle que iba a ser muy infeliz por haber matado a su hermano. Y Caín se marchó lejos de Dios.