Fiesta: 11 de agosto.
Fundadora de las religiosas franciscanas, Clarisas. Su padre pertenecía a una de las familias de mejor linaje de la ciudad de Asís, en Italia, y su madre era una dama de profundo sentido cristiano. Cuando tenía 18 años, abandonó su casa y en la capilla de la Porciúncula, donde vivía san Francisco, tomó el hábito de manos del santo, prometiéndole obediencia. Inmediatamente fue confiada por Francisco al monasterio benedictino de San Pablo de las Abadesas. Allí tuvo que vencer la oposición de sus parientes. Posteriormente, Francisco dispuso para Clara y sus hermanas una vivienda, adaptada al ideal de pobreza y sencillez que ella misma anhelaba, junto a la pequeña iglesia de San Damián. Y en ella se instaló el pequeño grupo de Damas Pobres, llamadas luego Clarisas, integrado ya con otras tres compañeras. La comunidad femenina imitaba en lo posible la de los hermanos franciscanos.
Durante cuarenta años, Clara fue la superiora del convento de monjas de
San Damián. Su vida era de gran austeridad y muy rica en obras de
caridad y piedad. Se cuenta que alejó con sus oraciones, y con una
custodia que contenía a Jesús Sacramentado, a los sarracenos que
asediaban Asís. Redactó una Forma de vida en la que insistía en la
pobreza como base para la regla que ella misma redactó con
posterioridad (1247-1252), adaptación para las religiosas de la regla
franciscana. En 1253, una bula pontificia aprobaba solemnemente la
regla que había compuesto. Murió en 1253 y fue canonizada en 1255. Sus
restos descansan en la cripta de la iglesia a ella dedicada en Asís.