Ave María:
Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
«Recuerden que el Ave María es la más hermosa de todas las oraciones, después del Padrenuestro. El Ave María es el más perfecto saludo que pueden dirigir a María. Es, en efecto, el saludo que el Altísimo le envió por medio de un arcángel para conquistar su corazón y fue tan poderoso sobre el corazón de María que, no obstante su profunda humildad, ella dio su consentimiento a la Encarnación del Verbo. Con este saludo debidamente recitado también ustedes conquistarán infaliblemente su corazón.»
San Luis María Grignon de Montfort