lunes, 14 de enero de 2013

Laura Vicuña (Dibujo)




Laura Vicuña nació en Santiago de Chile el 15 de Abril de 1891. Tras la muerte de su papá, junto a su madre y su hermana se mudó a Argentina, y las tres se establecieron en Neuquén.  Las dos niñas comenzaron a asistir al colegio María Auxiliadora de Junín de los Andes. En la clase de catequesis, preparándose para la primera comunión, Laura al aprender lo que era el Sacramento del Matrimonio comenzó a comprender la situación irregular que había empezado a tener  su madre con un señor de apellido Mora. El día de su primera comunión decidió vivir siempre en gracia de Dios, consagrarse al amor de Jesús y ofrecer oraciones por su mamá. 

Una tarde, Laura le presentó al confesor, una extraña petición: La de ofrecerse al Señor como víctima por la conversión de su mamá. El padre quedó sin palabras. Algún tiempo después la autorizó. La niña corrió al pie del altar y se ofreció en holocausto por la salvación de su mamá. 

Al entrar el año 1904, Laura comenzó a manifestar una grave enfermedad. Todo su cuerpo sufría por los dolores y la fiebre, pero la sonrisa no faltaba en sus labios. Al momento de morir Laura le comunicó a la madre su secreto, que moría porque había ofrecido su vida por su conversión. Falleció el 22 de Enero logrando la conversión de su mamá. El papa Juan Pablo II reconoció las eminentes virtudes de la niña y la proclamó beata el 3 de Setiembre de 1988, presentándola al mundo entero como modelo de vida.