Fiesta: 29 de junio y 22 de febrero
Lo
único que sabemos de su vida antes de su conversión es que nació en
Betsaida, junto al lago de Tiberíades y se trasladó a Cafarnaum, donde
junto con Juan y Santiago, los hijos del Zebedeo, se dedicaba a la
pesca. Nuestro primer encuentro con Pedro es a principios del ministerio
de Jesús. Mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea,
vio a dos hermanos, Simón Pedro y Andrés, echar la red al agua. Y los
llamó diciendo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres." (Mateo
4,19). Inmediatamente abandonaron sus redes y lo siguieron. Un poco
después, aprendemos que visitaron la casa en la que estaba la suegra de
Pedro, sufriendo de una fiebre la cual fue curada por Jesús. Esta fue la
primera curación atestiguada por Pedro, quien presenciará muchos
milagros más durante los tres años de ministerio de Jesús, siempre
escuchando, observando, preguntando, aprendiendo.
San
Pedro murió crucificado. El no se consideraba digno de morir en la
forma de su Señor y por eso lo crucificaron con la cabeza hacia abajo.
El lugar exacto de su crucifixión fue guardado por la tradición. Muy
cerca del circo de Nerón, los cristianos enterraron a San Pedro.
Los únicos escritos que poseemos de San Pedro son sus dos Epístolas en el Nuevo Testamento.