Mateo 3, 1-12 Marcos 1, 9-11
Unos cuantos años después, Dios habló a un hombre llamado Juan para que preparara la venida del Mesías. Y Juan comenzó a decir a todos:
- Arrepentíos de vuestras malas obras, porque va a llegar el Reino de Dios.
Mucha gente acudía a él para reconocer sus pecados. Y Juan los bautizaba en el río Jordán para perdonarlos.
Y les decía: - Yo os bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí os bautizará con Espíritu Santo.
Un
día llegó Jesús al río Jordán y se puso a la cola para que Juan lo bautizara.
Cuando lo bautizó, Juan vio que el Espíritu
Santo bajaba del cielo como una paloma y se quedaba con Jesús. Entonces Juan se
dio cuenta de que él era el Mesías esperado.
Y se oyó una voz desde el cielo: - Tú eres
mi Hijo amado, en ti me complazco.