Marcos 14, 32-50
Después de cenar Jesús fue con sus discípulos al monte
de los olivos para rezar. Necesitaba estar con su padre Dios. Estaba cerca la
hora de su muerte y comenzó a tener miedo y angustia.
Pidió a sus discípulos que también rezaran para que
fueran valientes en la prueba que iban a sufrir. Pero todos ellos se durmieron.
Entonces Judas, el discípulo traidor, vino con gente
armada con espadas para llevarse a Jesús, y entregarlo a los Sacerdotes y
Escribas para que lo mataran. Al ver aquello, todos los discípulos lo
abandonaron y huyeron.