martes, 4 de octubre de 2016

Santa Lucía (dibujo)


Fiesta: 13 de diciembre

Lucía vivió en los primeros siglos del cristianismo, en la época de las peores persecuciones a los cristianos.
Pertenecía a una adinerada familia de Siracusa. La madre, Eutiquia, cuando quedó viuda, quería hacer casar a la hija con un joven paisano. Lucía, que había hecho voto de virginidad por amor a Cristo, logró que se aplazara la boda, entre otras cosas porque su madre se había enfermado gravemente. Devota de santa Águeda, la mártir de Catania, que había vivido medio siglo antes, Lucía quiso llevar a su madre enferma a la tumba de la santa. De esa peregrinación la madre regresó completamente curada y por eso le permitió a la hija seguir el camino que deseaba, permitiéndole dar a los pobres de la ciudad su rica dote.
El novio rechazado se vengó acusando a Lucía ante el procónsul Pascasio por ser ella cristiana. El procónsul la amenazó de ser llevada a un prostíbulo para que saliera contaminada. Cuando quisieron llevarla, el cuerpo de Lucía se puso tan pesado que más de diez hombres no lograron moverla ni un palmo. Entonces un golpe de espada hirió a Lucía, fue decapitada, pero aun con la garganta cortada la joven siguió exhortando a los fieles para que antepusieran los deberes para con Dios a los de las criaturas.
La tradición cuenta que ella misma pidió que le quitaran sus bellísimos ojos para que su prometido dejara de perseguirla.