Fiesta: 25 de octubre
No hay muchos datos certeros sobre la vida de estos dos santos mártires cristianos. Se dice que eran hermanos, de una familia noble romana.
La tradición cuenta que huyendo de las persecuciones a los cristianos en Roma, fueron a Soissons, donde realizaban su tarea evangelizadora de predicar la Buena Noticia de Jesús, y que se dedicaron al oficio de zapateros para subsistir y ayudar a los pobres. Es por eso que se los proclamó patronos de los zapateros.
Al final, la persecución cristiana los alcanzó y ambos murieron mártires en el siglo III (alrededor del año 258).
En el siglo sexto una majestuosa basílica fue erigida en Soissons sobre las tumbas de esos santos, y San Eligio, un famoso orfebre, hizo un costoso relicario para la cabeza de San Crispiniano. Algunas de las reliquias de Crispín y Crispiniano fueron llevadas a Roma y colocadas en la Iglesia de San Lorenzo en Panisperna. Otras reliquias de los santos fueron obsequiadas por Carlomagno a la catedral, dedicada a Crispín y Crispiniano, la cual él fundó en Osnabrück.