Fiesta: 11 de julio
Benito nació en Nursia, Italia. Tenía una hermana gemela, Escolástica, que también alcanzó la santidad.
Recibió en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía. Después de eso se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.
Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla para la orden de los benedictinos, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental (La Santa Regla de San Benito ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas a lo largo de la historia de la Iglesia). Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Repartía sus días entre horas de oración y de trabajo, recibía a muchos para dirección espiritual y algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar.
Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.
San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica.